Los siguientes son cinco ejercicios respiratorios eficaces que puedes realizar en casa para la recuperación de la función pulmonar post-COVID.
1. Respiración de labios fruncidos
Este ejercicio de respiración consta de tres sencillos pasos:
- Inhala lentamente por la nariz y retén la respiración de 2 a 3 segundos
- Frunce los labios, es decir, colócalos como si estuvieras soplando los labios.
- Exhala lentamente aún con los labios fruncidos.
2. Respiración diafragmática
Este ejercicio debe repetirse dos veces al día, de 4 a 5 días a la semana y consta de 4 pasos:
- Siéntate en una silla o acuéstate boca arriba. Coloca una mano en tu pecho y otra en el ombligo, sin hacer presión.
- Inhala por la nariz todo el aire que puedas hasta que se infle tu abdomen.
- Exhala, con los labios fruncidos y aplana tu abdomen con tu mano, como si te estuvieras autodesinflando.
- Repite este ejercicio cinco veces continuas y descansa 1 minuto antes de volver a hacerlo. Realiza de 10 a 15 repeticiones.
3. Respiraciones sumadas
Teniendo la misma posición que en el ejercicio anterior, inhala en dos ocasiones seguidas sin soltar el aire en ninguna. Retén el aire durante 4 a 6 segundos y sácalo poco a poco con los labios fruncidos. Repite esto dos veces al día, de 4 a 5 días a la semana.
4. Respiración hacia los costados
Recuéstate boca arriba o siéntate derecho. Coloca tus manos sobre tu costado derecho e izquierdo, sobre las costillas inferiores. Inhala por la nariz lentamente y dirige el aire hacia los costados, como si lo llevaras con tus manos.
Mantén el aire de 2 a 3 segundos y sácalo mientras presionas tus costados suavemente con las manos, con los labios fruncidos. Realiza de 10 a 15 repeticiones.
5. Expulsión de secreciones
Para este ejercicio debes recostarte de lado, flexionar las piernas y ponerte un cojín entre las rodillas. Luego, toma aire poco a poco por la nariz y retenlo durante 2 a 3 segundos, después expúlsalo lentamente con la boca abierta hasta vaciar los pulmones por completo.
Ahora, recuéstate hacia el otro lado y repite. Cuando aparezca la tos, siéntate y expulsa las secreciones en un pañuelo desechable.